Muchos hombres han crecido en ambientes donde los mitos sobre la masculinidad y los signos del “trabajo duro” han empañado su entendimiento hacia el cuidado de la salud, sobre todo en lo que respecta al cuidado de la piel.

Por ello, suelen evitar el uso de PROTECTOR SOLAR, por creencias como:

• “Los protectores solares solo se usan para evitar quemaduras en la playa”: Nada más lejos de la realidad. Si bien es cierto que la exposición excesiva al sol cuando acudimos a la playa o la piscina, requiere de un nivel de protección mucho más alto y de cuidados complementarios, la protección solar debe ser usada TODOS LOS DÍAS, y reaplicarse cada 2 horas, pues el sol y la intensidad de su radiación nos persigue a todos lados y sus efectos negativos también.
• “No necesito protector solar porque siempre estoy en mi carro”: Generalmente creemos que no nos exponemos diariamente al sol, pero es muy probable que tanto tu parabrisas, como las ventanas de tu vehículo, no sean capaces de filtrar la radiación y dejen pasar los rayos UVA.
• “No necesito protector solar porque uso gorra y busco siempre la sombra”: el uso de gorras o viseras es un método excelente para proteger nuestros ojos y la parte frontal de nuestro rostro de los efectos de la radiación UV. Pero el resto del rostro y las partes expuestas del cuerpo quedan completamente desprotegidos. Debemos recordar que los rayos ultravioleta son capaces de atravesar las nubes, por lo que ni los días nublados, ni las sombras son señal de protección solar. Mucho menos si te encuentras con elementos reflejantes de los rayos UV, como las superficies brillantes, suelos claros o con cristales tales como arena, piedras y nieve, lo que puede provocar quemaduras por reflejar los rayos de abajo hacia arriba en el cuerpo humano.

“Los hombres no usamos cremas”: el cuidado de la piel no es simplemente una conducta estética o superficial para “verse bien”; la protección solar es una necesidad y una conducta preventiva ante la posible aparición de lesiones cutáneas y enfermedades de diferentes gravedades. El aspecto descuidado, con quemaduras, arrugas, y diferentes lesiones, no debe ser visto como símbolo de masculinidad ni de trabajo duro, pues esto solo sucede por falta de cuidados, y los hace mucho más propensos a sufrir MELANOMA.