El envejecimiento es un proceso natural que genera cambios, tanto morfológicos como funcionales, en la estructura corporal y facial. Pero, ¿cómo envejece nuestro rostro?
Puede haber muchos factores que estimulen el envejecimiento prematuro de la piel, sin embargo, el proceso de envejecimiento natural genera cambios desde adentro hacia afuera que son producidos por el factor cronológico. El primero, se puede prevenir; el segundo se puede retrasar, pero, inevitablemente, la edad nos pasará factura.
Veamos cuáles son los cambios básicos producidos por el envejecimiento cronológico y los factores que pueden generar que este proceso se adelante y se produzca un envejecimiento prematuro de la piel.
¿Cómo envejece nuestro rostro?
Entre los factores más mencionados como causantes o estimulantes del envejecimiento, tenemos la exposición solar sin protección. En este caso, el sol produce cambios y afecta a las capas más superficiales de la piel, pudiendo producir manchas, arrugas, pérdida de firmeza y elasticidad, e incluso cáncer de piel. Sin embargo, hay una serie de cambios producidos a nivel más profundo y son los primeros responsables de que nuestra cara represente la edad que tenemos.
Los cambios de los huesos faciales, los músculos y la grasa de nuestra cara, que se sufren a lo largo de los años, son los principales responsables del envejecimiento cronológico del que no podemos escapar. A partir de esto, es que se comienza a producir el descolgamiento de la piel, producida por la flacidez, y que nuestros ojos se hundan.
Es así como podemos evidenciar que no solo es importante mantener el cuidado externo de nuestra piel, sino que debemos preocuparnos por mantener nuestro cuerpo saludable de manera general, manteniendo buenos hábitos y chequeando regularmente nuestro estado de salud, para así asegurarnos de darle a nuestro cuerpo lo que necesite o vaya perdiendo con el pasar del tiempo.
¿Cómo se puede evidenciar el envejecimiento del rostro?
Al pasar los años, la piel del rostro va debilitándose y se comienza a observar:
- Una textura cada vez más delgada.
- Reducción de la actividad de los melanocitos, lo que hace que la piel de la cara pierda capacidad de protegerse de la radiación solar.
- Disminución de la producción de colágeno y elastina, por lo que la piel comienza a presentar flacidez y arrugas.
- Los vasos sanguíneos se vuelven cada vez más frágiles y las glándulas sebáceas disminuyen su producción de sebo, lo que genera deshidratación facial.
Otros factores que influyen en el envejecimiento del rostro
Además del envejecimiento natural, hay otros factores que pueden acelerar la degradación del rostro, como, por ejemplo:
1. RADIACIÓN SOLAR
Ya la conocemos, y sabemos la importancia de protegernos de ella. Y es que la radiación solar es la principal responsable del fotoenvejecimiento o envejecimiento prematuro de la piel. Tanto la radiación UVA, como la UVB, la infrarroja y la luz visible pueden provocar manchas, quemaduras, arrugas y disminución de la producción de colágeno.
2. CONSUMO DE TABACO Y ALCOHOL
El tabaquismo, impacta negativamente a la aparición de arrugas, al igual que en el brillo de la piel y su tonalidad. El tabaco induce el daño por estrés oxidativo y afecta la defensa antioxidante del cuerpo, lo que puede estar involucrado en el proceso de envejecimiento. Es muy común la aparición de arrugas alrededor de la boca y un tono de piel más grisáceo en personas fumadoras.
El consumo excesivo de alcohol genera la posibilidad de deshidratación de la piel y de presentar lesiones como la rosácea y otras rojeces faciales.
3. ESTRÉS Y FALTA DE SUEÑO
La reducción en el sueño puede generar un aspecto menos saludable y atractivo de la piel, provocando la aparición de ojeras, ojos hinchados y mayor palidez. Asimismo, el aumento de la hormona del estrés afecta a la producción de sebo, la microcirculación y los niveles de hidratación.
4. MALA ALIMENTACIÓN
Una dieta equilibrada y un aporte adecuado de vitaminas, minerales, antioxidantes y ácidos grasos ayuda a combatir el estrés oxidativo y favorece la salud de la piel.
¿Cómo prevenir el envejecimiento del rostro?
Prevenir el envejecimiento prematuro es posible, llevando buenos hábitos, como:
- Usar protección solar todos los días, eligiendo un producto de amplio espectro y SPF mínimo de 30+, reaplicando cada 2 horas cuando la exposición se prolongue más de ese tiempo.
- Llevar una nutrición equilibrada: mediante el consumo equilibrado de nuestros alimentos, le podemos aportar al organismo la hidratación y los nutrientes que necesita para su regeneración, y para su lucha contra el estrés oxidativo.
- Descansar: dormir a la misma hora cada día, sin interrupciones y durante, al menos, 8 horas, ayuda a la correcta regeneración celular y a mantener nuestra piel radiante.
- Hidratar y llevar una buena rutina de limpieza facial: según tu tipo de piel, no olvides mantener la limpieza correcta de todas las impurezas que se acumulan en el rostro, y su adecuada hidratación.
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