Las personas poseemos fototipos cutáneos distintos, y esta clasificación depende de varios factores. El fototipo no se trata directamente del color de la piel de una persona, sino de la capacidad de adaptación al sol que tiene cada uno desde que nace, es decir, el nivel de sensibilidad cutánea a la luz UV y su forma de reaccionar frente a ella. Cuanto más baja sea esta capacidad, menos se contrarrestarán los efectos de las radiaciones solares en la piel.
La escala de fototipos cutáneos desarrollada por el dermatólogo Thomas B. Fitzpatrick (que es la más utilizada), permite clasificar la sensibilidad de la piel frente a la luz ultravioleta en 6 fototipos cutáneos distintos. Esta reacción no solo depende del color de la piel, sino también del resultado de la exposición a la radiación UV y la capacidad de bronceado.
Clasificación de los fototipos cutáneos
El fototipo puede establecerse mediante evaluación y una serie de aspectos descriptivos de la piel, y se pueden clasificar de la siguiente manera:
FOTOTIPO I
Estas personas son las más sensibles a los efectos negativos de la luz solar. Se caracterizan por tener un color de pelo rubio o pelirrojo, ojos claros (ya sean verdes o azules), y una piel muy pálida o blanca. Suelen quemarse con mucha facilidad durante sus exposiciones al sol y, por esta razón, son los que más cuidados precisan tomar y quienes deben usar los protectores solares con la máxima protección, recomendablemente de SPF 50+.
FOTOTIPO II
La piel de las personas con este fototipo se quema fácil y de manera intensa. Se distinguen porque tienen la piel clara usualmente pecas, los ojos azules o castaños y el pelo rubio. Suelen quemarse también con facilidad, sin embargo, pueden llegar a broncearse lentamente, llegando a adoptar un tono levemente moreno, casi imperceptible en la mayoría de los casos. Necesitan utilizar productos con protección solar muy alta con un FPS 50+.
FOTOTIPO III
Se trata de un grupo integrado por personas que presentan una sensibilidad normal a la luz solar. Se caracterizan por tener pelo rubio o castaño claro, ojos que pueden ser verdes o marrones y un tono de piel clara. A veces, si no toman precauciones o se toma sol durante demasiado tiempo, pueden quemarse, pero en la mayoría de los casos suelen broncearse o ponerse morenos tras sus exposiciones solares. No obstante, deben usar una protección solar alta, comprendida entre SPF 30+ y 50+.
FOTOTIPO IV
Este fototipo está conformado por personas con pelo castaño oscuro, los ojos marrones y la piel trigueña. No suelen tener problemas para broncearse, y su piel adopta una tonalidad dorada con facilidad. Pueden llegar a presentar quemaduras moderadas o mínimas si están mucho tiempo tomando el sol, pero eso no significa que no tengan que usar protector solar. Se recomienda protector solar con SPF 15+ a 25+.
FOTOTIPO V
Son personas que tienen la piel morena, ojos de color oscuro y el pelo color negro. Se broncean con muchísima facilidad y no es necesario que se expongan mucho al sol para estar morenos. Pueden presentar quemaduras con una frecuencia muy baja, y esto sólo ocurre cuando están expuestos a las radiaciones solares de una manera excesiva. Sin embargo, ellos también necesitan usar protección solar, con SPF sugerido de 10+ a 15+.
FOTOTIPO VI
Está conformado por personas de piel negra. Se caracterizan por tener una tolerancia muy alta al sol. Sus pieles son muy oscuras, al igual que su cabello y ojos. Es casi imposible que se quemen, pues tienen una piel muy pigmentada, aunque deben evitar la exposición al sol sin protección, pues las radiaciones, aunque no les produzcan daños externos, también son nocivas.
Factor de Protección Solar (FPS o SPF)
Es aconsejable tener en consideración los fototipos cutáneos a la hora de comprar protector solar, ya que esto permite saber en qué medida debemos cuidarnos del sol. Aunque unas pieles son más tolerantes que otras, lo cierto es que los efectos negativos de los rayos UV pueden afectar a cualquier tipo de piel, aunque en diferentes proporciones según su fototipo.
Debido a esto, es ideal que todos nos protejamos con un buen protector solar. Lo recomendable es, primero, un SPF 50+ para los fototipos I y II por ser los que presentan mayor sensibilidad. Para las personas con fototipo III puede ser suficiente un SPF entre 30+ y 50+. Por último, para los demás fototipos cutáneos, aunque son más tolerantes a la luz solar, no está de más contar con un buen SPF para mantener la piel protegida.
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