Para mantener una piel sana, joven y saludable es aconsejable incluir en tu dieta diaria una serie de alimentos que contienen los nutrientes esenciales que benefician y protegen la piel desde el interior. No solo debes confiar en tu genética y el uso de cremas cosméticas; debes cuidar la piel desde dentro.
A raíz de esto, te aconsejamos que siempre mantengas una buena hidratación para que el organismo pueda eliminar fácilmente las toxinas; dormir el número de horas recomendadas por los expertos; realizar una actividad física moderada de forma regular y, no menos importante, seguir una dieta equilibrada en la que no pueden faltar algunos alimentos como los que mencionaremos a continuación, ya que están llenos de sustancias y vitaminas que nutren y cuidan la piel desde el interior.
¿Cuáles son los mejores alimentos para tener una piel sana?
Zanahoria
La zanahoria es un vegetal con un buen contenido de nutrientes y bajo en calorías. Se considera uno de los alimentos más útiles en el mundo de la estética, y muchas de sus propiedades pueden contribuir a la salud de la piel.
Su alta concentración de betacaroteno (un precursor de la vitamina A que contribuye a reducir la flacidez y las arrugas), vitaminas B y C, potasio, fibra y minerales, hacen de la zanahoria uno de los vegetales más nutritivos que existen.
Eso sí, no te excedas con el consumo de zanahoria para la piel. Aunque las zanahorias son capaces de contribuir en la prevención y el tratamiento de diversas dolencias, no es aconsejable consumirlas en exceso.
Lo mejor es siempre consultar con un dermatólogo y un nutricionista sobre las diversas maneras de incluir este vegetal en la rutina y en las recetas diarias. De este modo, iremos a lo seguro y potenciaremos sus propiedades
Tomate
¿El tomate es una fruta o una verdura? Una pregunta muy común. Lo que está claro es que el tomate es una hortaliza, pero, aunque muchos creen que se trata de una verdura, en realidad se trata de una fruta. De hecho, la palabra deriva del azteca xitomatl: «fruto con ombligo».
El tomate contiene pocas calorías. Su sabor agridulce es debido a una pequeña cantidad de azúcares simples y a algunos ácidos orgánicos, como el cítrico y el málico, responsables de que resulte apetitoso y digestivo.
También se le atribuye un importante efecto anticancerígeno en relación con varios órganos, especialmente riñón, próstata, pulmón, intestino, estómago y pulmones.
Es un alimento muy rico en licopeno. Como antioxidante, el licopeno es más potente que la vitamina E y su efecto se multiplica al estar acompañado de otros carotenos como el fitoeno, la luteína y el betacaroteno.
Las mejores fuentes de licopeno son los productos a base de tomate cocinado, así que, mejor cocido que crudo. Esto se debe a que el licopeno se absorbe con el triple de eficacia después de que el calor haya roto las membranas celulares y haya permitido su salida.
Por eso las fuentes más abundantes de licopeno son los purés, y sobre todo las salsas o los concentrados, y aún más si se elaboran en casa con tomates maduros de temporada y aceite de oliva, que favorece su absorción.
Frutos secos
Cada fruto seco es una mini píldora antioxidante con grandes propiedades nutricionales. Nueces, pistachos, almendras, avellanas… También contienen vitamina E y reducen la oxidación celular. Las nueces, además, son ricas en cobre, que actúa como antiinflamatorio.
Los frutos secos proporcionan nutrientes indispensables para mantener una piel bien estructurada y tersa, ya que contienen vitamina E, que es un excelente antioxidante que neutraliza la acción dañina de los radicales libres; vitaminas del grupo B, que ayuda al proceso de renovación de las células, y riboflavina o vitamina B2, que ayuda a controlar la secreción de grasa en el cutis. Los frutos secos ayudan a reducir la oxidación celular y el envejecimiento de la piel.
Lo más importante es que muchos de los mejores alimentos que te ayudan a mantener una piel sana, también promueven la buena salud en general. Así que, en lugar de centrarte en alimentos específicos para una piel sana, es ideal concentrarte en una dieta saludable en general. Consume muchas frutas y vegetales. Elige productos lácteos bajos en grasa o sin grasa. Incluye nueces, semillas y frijoles en tus comidas favoritas. Opta por panes y pastas integrales. Limita los dulces. Procura consumir una variedad de alimentos a medida que tomas decisiones saludables.
Mantén tu piel sana complementando sus cuidados con los productos de LABORATORIOS SOREL, según tu tipo de piel.