Proteger nuestra piel de los dañinos rayos UV siempre ha sido esencial. Sin embargo, hay muchas dudas, especialmente en lo que respecta a los más jóvenes. ¿Desde qué edad es aconsejable usar protector solar a diario? Conozcamos, a continuación, la importancia de cuidar la piel desde una edad temprana.
La delicadeza de la piel infantil
La piel de los niños es especialmente sensible y delicada. Al ser más fina que la de un adulto, es más susceptible a los daños causados por la exposición solar. No proteger adecuadamente la piel en la infancia puede tener consecuencias en el futuro, como un aumento en el riesgo de padecer enfermedades cutáneas.
La importancia de establecer una rutina que incorpore protector solar
A partir de los 6 meses, es importante incorporar el protector solar como parte de la rutina diaria. El hábito de proteger la piel desde pequeños ayudará a reducir el riesgo de daños futuros. Estos son algunos consejos para crear una rutina de protección solar
- Elegir el protector adecuado: Elige protectores que sean dermatológicamente probados y procura consultar con el pediatra para tener un concepto profesional sobre cuál protector solar es el más recomendable para proteger la piel de tu hijo.
- Aplicación generosa: Es fundamental cubrir todas las áreas expuestas, y re aplicar cada 2 o 3 horas, después de mojarse o secarse con una toalla.
- Educar sobre la importancia: Conversa con tus hijos, cuéntales las razones por las cuales deben usar protector solar. Cuando comprenden el porqué, es más fácil que adopten el hábito.
- El ejemplo: Usa diariamente protector solar, pues como decía Albert Einstein, «educar con el ejemplo no es una manera de educar, es la única». Los niños aprenden por imitación y los primeros a los que copian en sus acciones y actitudes son a los padres y a los familiares que les rodean.
La protección solar DIARIA es importante, no solo en días soleados
Un error común es pensar que el protector solar solo es necesario en verano o en días soleados, sin embargo, la realidad es que los rayos UV pueden ser dañinos incluso en días nublados. Además, no solo se trata de la playa o la piscina; las actividades al aire libre, como ir al parque o pasear, también requieren protección.
La protección solar es esencial no solo al aire libre sino también en interiores, debido a la radiación UV emitida por luces artificiales y la luz visible de alta energía (también conocida como luz azul) emitida por dispositivos digitales. Estas fuentes pueden contribuir al envejecimiento prematuro de la piel y aumentar el riesgo de cáncer de piel. Por ello, es importante el uso diario de protector solar de amplio espectro para mitigar estos efectos, proteger la salud de la piel y prevenir daños a largo plazo, incluso mientras se está dentro de casa o en la oficina.
Factores adicionales a considerar
Más allá del uso de protector solar, hay otros factores que debemos tener en cuenta para proteger la piel de nuestros niños y la nuestra.
Tiempo y horas de exposición
Es importante tener en cuenta que el sol es más fuerte y dañino entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde. Durante este periodo, se debe limitar la exposición directa al sol, especialmente en niños. Un paseo a primeras horas de la mañana o al final de la tarde es más seguro y placentero.
Vestimenta adecuada
La ropa puede ser nuestra aliada en la protección contra el sol. Prendas de colores claros, de manga larga y con tejidos tupidos nos resguardan de la radiación UV. No olvidemos incluir accesorios como sombreros de ala ancha y gafas de sol con protección UV para una protección completa.
Nutrición y piel
Lo que comemos también juega un papel en cómo nuestra piel responde al sol. Alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras, pueden ayudar a fortalecer nuestra piel desde adentro. Además de hidratarse bebiendo suficiente agua es esencial para mantener la piel en buen estado.
Revisión periódica
Finalmente, un aspecto que a menudo se pasa por alto es la importancia de revisar la piel regularmente. Se deben verificar los lunares y cualquier cambio o aparición de manchas. Es especialmente vital en aquellos niños y adultos que pasan mucho tiempo bajo el sol. Una revisión anual con un dermatólogo puede hacer la diferencia en la detección temprana de posibles afecciones.
Conclusión
La protección solar diaria es más que una rutina, es un compromiso con nuestra salud y la de nuestros seres queridos. Desde bebés hasta adultos, debemos ser conscientes de los riesgos del sol y actuar en consecuencia, por lo que establecer una rutina de protección solar y educar sobre su importancia es un pilar en la prevención de enfermedades cutáneas. ¡Adoptemos el hábito de protegernos todos los días!
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