A medida que vamos avanzando en la edad, sumamos experiencias, vivencias… y todo ello se refleja en nuestra piel. Cada arruga refleja una vivencia única. Normalmente se tiende a asociar la piel madura a la de una persona de avanzada edad, sin embargo, esto no tiene por qué ser del todo correcto.
Mientras la piel va madurando, se enfrenta a muchos procesos diferentes que van modificando su aspecto y su estructura, y por ello necesita un poco más de atención y cuidados para seguir viéndose saludable y radiante. Algunos de estos cambios son: una menor actividad celular, una regeneración más lenta y una menor producción de colágeno.
Factores que pueden acelerar la maduración de la piel
La piel madura es una condición de la piel que depende de cada persona, sobre todo de los factores asociados a la genética de cada uno y a otros factores que forman parte de nuestro estilo de vida. Es por ello que cuando hablamos de pieles maduras debemos considerar la situación particular de cada persona.
Algunos factores que te pueden pasar factura, son:
- Los cambios hormonales.
- La exposición a factores medio-ambientales como el sol (radiación solar), la contaminación ambiental, el clima.
- Dolencias, enfermedades crónicas y su medicación.
- Cansancio, falta de sueño.
- La mala alimentación
- Estrés.
- Toxinas, como el tabaco y el alcohol.
- Sedentarismo.
La piel madura, a grandes rasgos, suele tener su capacidad funcional disminuida y está mucho más expuesta al exposoma (factores ambientales).
Características de la piel madura
- Piel más seca, fina y con cierto nivel de transparencia.
- Deshidratación.
- Falta de luminosidad.
- Flacidez, falta de tonicidad y firmeza.
- Arrugas profundas.
- Color pálido o amarillento.
- Poros abiertos.
- Hiperpigmentación y manchas de la edad.
- Menor elasticidad.
Consejos para el cuidado de la piel madura
Según lo que hemos mencionado, se puede evidenciar que una piel madura necesita nutrición e hidratación en profundidad. Las personas con piel madura necesitan aportar densidad y volumen al rostro, luminosidad y tratamiento de las arrugas y líneas de expresión.
Es importante saber nuestro tipo de piel para poder elegir los productos adecuados en nuestra rutina de cuidado facial diario. Tener en cuenta la situación personal de cada uno, los factores que afectan a nuestra piel y las necesidades de ésta, son primordiales para tener una piel vital y saludable a cualquier edad.
Lo ideal para prevenir el envejecimiento de la piel, es iniciar los cuidados a una edad temprana y tomar las precauciones oportunas: usar un Factor de Protección Solar adecuado a tu fototipo, estilo de vida saludable, alimentación… todo ello ayudará a prevenir el envejecimiento prematuro, así como a lucir una piel saludable a largo plazo.
A continuación, te damos algunos consejos para el cuidado de tu piel madura:
1. Mantén una buena hidratación y nutrición.
Con el envejecimiento, mantener la hidratación es todavía más importante para conservarse sana y joven. La belleza no solamente se trata de lo que le pones encima al cuerpo, pues lo que le pones adentro también es de gran importancia. Comer alimentos ricos en antioxidantes y beber suficiente agua puede ayudar a mantener la elasticidad de la piel.
2. Exfolia regularmente tu piel
Es importante que tengamos la norma de exfoliar nuestra piel según las indicaciones de tu dermatólogo, para eliminar las capas de piel muerta que se van acumulando y que impiden que el organismo pueda liberar toxinas. Con el masaje que generamos sobre nuestro rostro mientras exfoliamos, además de eliminar la piel muerta, activamos la circulación linfática y sanguínea, por lo que a su vez contribuimos a acelerar el metabolismo de nuestras células.
3. Recuerda tus manos y tu cuello.
Tus manos y tu cuello están expuestos a los elementos tan seguido como tu cara, recuerda tratarlos con el mismo cariño. Para la piel madura, escoge una crema de manos que atienda a tus necesidades específicas. Para tu cuello, una crema corporal para mantener su belleza, elasticidad y humectación.
4. Usa un protector solar con SPF entre 30 y 50+ y reaplica durante el día.
La mejor manera de conservar una piel que luce joven por mucho tiempo es siempre usando protector solar en el rostro después de una crema humectante, esto ayuda a prevenir el fotoenvejecimiento (que causa las manchas en la cara, arrugas y pérdida de elasticidad debido a la exposición a la radiación ultravioleta del sol). No olvides reaplicar cada 2 horas.
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