El exceso de grasa o sebo en la piel suele mostrarse en forma de zonas brillantes sobre las áreas centrales del rostro, especialmente en la frente y la nariz. La función del sebo es evitar que la piel se seque. Los poros de la piel tienden a dilatarse y la piel es característicamente más gruesa. En casos más graves, puede percibirse una capa de grasa al tocar la piel.
Aunque el sebo cumple una función importante, cuando este se presenta en exceso como en las pieles grasas, puede dar lugar a algunos problemas que causen daños al rostro.
¿El exceso de grasa puede generar síntomas de acné?
Las glándulas sebáceas de manera natural producen una sustancia grasa, el sebo, que sirve para proteger la propia piel, ejerciendo básicamente una acción lubrificante y de prevención de infecciones. Pero, ¿Qué pasa cuando esta producción de grasa se ve incrementada?
La piel grasa es algo común, especialmente en el rostro y el cuero cabelludo. Se origina con la hipersecreción de las glándulas sebáceas de la piel, es decir, cuando estas glándulas trabajan en exceso y producen demasiado sebo. La buena noticia es que las personas con este tipo de piel suelen tener menos arrugas cuando envejecen. La mala, es que crea el contexto perfecto para que aparezcan puntos negros, granitos y otros síntomas del acné.
El acné puede ser el resultado de esta sobreproducción de sebo. La piel se vuelve más grasa, más brillante y se espesa en la superficie. Esta secreción excesiva, cuando se sitúa en el nivel de los folículos pilosos, provoca su obstrucción. El desarrollo bacteriano se ve entonces favorecido y aparece la formación de puntos negros, inflamaciones y granos de acné, y se concentran habitualmente en el rostro, el cuello, el pecho y la espalda.
Hay otros factores que pueden favorecer la secreción y exceso de grasa, principalmente la herencia o el medio ambiente. El calor y la humedad son, por ejemplo, agentes agravantes.
¿Cómo controlar el exceso de grasa en el rostro?
En LABORATORIOS SOREL tenemos una solución dermocosmética para piel grasa y/o con tendencia al acné, con una fórmula que combina dos principios activos para limpiar impurezas y controlar el exceso de grasa en la piel: la Azeloglicina y el Ácido Salicílico.
¿Qué es la Azeloglicina y cómo ayuda en la salud del rostro?
La Azeloglicina es un normalizador que disminuye la excesiva producción de sebo o grasa en las glándulas sebáceas ubicadas en la dermis de la piel. Es un seborregulador, antimicrobiano e hidratante.
La Azeloglicina tiene propiedades clareadoras con potencial terapéutico en los desórdenes hiperpigmentantes, donde favorece a la despigmentación de la piel debido a la inhibición de la tirosina. Con su propiedad sebonormalizante ayuda a reducir los niveles de ácidos grasos libres del sebo, sin interferir en la producción sebácea normal; además de hidratar la piel y darle elasticidad.
¿Qué propiedades aporta el Ácido Salicílico?
El Ácido Salicílico es un importante activo antibacterial que evita el taponamiento de los poros, impidiendo la formación de espinillas, puntos negros y barros. Alivia el acné al reducir la hinchazón y enrojecimiento, ayudando a abrir los poros de la piel obstruidos, lo que permite que las espinillas se sequen. También ayuda a aliviar otras enfermedades de la piel al suavizar y aflojar la piel seca, escamosa o engrosada para facilitar su desprendimiento o eliminación.
La razón por la que el Ácido Salicílico es tan potente es porque es capaz penetrar profundamente en el recubrimiento del poro, lo que significa que puede exfoliar dentro del poro, al igual que la superficie de la piel. Las cualidades antiirritantes y antiinflamatorias del Ácido Salicílico lo convierten en un ingrediente eficaz para aliviar la piel y el enrojecimiento, y para controlar los granos y complexiones difíciles.
¿Cómo actúa Sorel Plus 2?
Sorel Plus 2 limpia y controla el exceso de grasa en la piel y contribuye en el tratamiento del acné leve, combinando las propiedades seborreguladoras, antimicrobianas, antibacteriales, hidratantes y exfoliantes de la Azeloglicina y el Ácido Salicílico.
Durante los primeros días de aplicación puede presentarse un mayor brote en la piel, debido a la acción limpieza en los conductos o folículos que transportan sebo, células muertas y bacterias a la superficie de la piel a través de los poros.
De presentarse el brote, puede tener una duración de 5 a 8 días, dependiendo de cómo fluye el sebo a los poros.
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