El hábito de cuidar de la piel y llevar estilos de vida saludables son primordiales a la hora de ayudar a prevenir problemas dermatológicos y a retardar el envejecimiento. Pero, debemos tener en cuenta, que tener una piel sana no sólo depende de los tratamientos a la venta en el mercado, sino también de la rutina y hábitos diarios que las personas ponen en práctica.
El acné es una de las patologías más frecuentes de la piel, es de carácter inflamatorio y afecta a las glándulas sebáceas. Hay muchos tipos de acné, sin embargo, lo más habitual es que esta patología aparezca cuando la secreción de sebo se ve incrementada por algún motivo: razones hormonales, mala alimentación, algunos medicamentos, malas prácticas cutáneas, o productos de belleza que no le sientan bien a tu piel.
Sin embargo, las personas de piel seca también pueden sufrir de múltiples patologías, debido a la deshidratación de la piel: enrojecimiento, resequedad, picazón de la piel (lo que puede producir la necesidad de rascarse y sufrir lesiones), descamación de la piel, entre otras.
Por esto y muchas razones, es ideal contar con hábitos saludables que ayuden en la limpieza y la hidratación del rostro para lucir una piel sana. Así que, presta mucha atención a estos consejos para cuidar de tu piel:
Consejos para tener una piel sana
1. Mantén una buena hidratación del organismo
Una buena hidratación de la piel tiene su base en la óptima hidratación de tu organismo. Así que, no olvides beber mucha agua; como mínimo 2 litros al día. Sin embargo, no dudes en incrementar la dosis cada vez que puedas, esto no solo será beneficioso para la piel de tu rostro, sino también para las digestiones, la función renal y tu cabello.
2. Regula tu sueño y el estrés
El desorden y la falta de sueño, puede provocar un incremento de las hormonas del estrés, que a su vez, puede llevar a un aumento de la inflamación y un deterioro de la protección natural de la piel. Asimismo, este déficit le quita a tu organismo la capacidad de autorregularse y aumenta la sensibilidad cutánea.
Así que, no dudes de la importancia de cuidar tus horas de sueño ¡A dormir como un tronco! Tu piel te lo agradecerá.
3. No olvides la actividad física
El sudor tras la actividad física aumenta la temperatura corporal, lo que favorece a la eliminación de suciedad en la piel, puntos negros y acné, logrando una piel más limpia y luminosa. Además, hacer ejercicio ayuda a reducir el estrés ayudándonos a dormir mejor por la noche.
Sin embargo, no olvides realizar tu rutina de limpieza del rostro (y de tu cuerpo), inmediatamente después de la actividad física, para remover toda la suciedad expulsada y evitar que se produzca un brote de acné debido a la mezcla de sebo, células muertas y suciedad que se pudieran producir.
4. Usa siempre protector solar
Evidentemente, es imposible evitar el sol, y seguramente ya has escuchado de los rayos nocivos del mismo. Y, aunque, no todo lo relacionado con el sol es negativo, pues la luz solar ayuda a nuestro organismo a generar vitamina D; sabemos que nada en exceso es bueno. Los rayos UV pueden provocar lesiones en la piel que, a la larga, favorecen la aparición de arrugas e incrementan el riesgo de desarrollar enfermedades y patologías en la piel.
Utiliza un protector solar con un buen Factor de Protección Solar (SPF). Recuerda que los protectores de SPF 50+ incrementan un poco más el tiempo en el que puedes estar expuesto al sol sin sufrir lesiones. Incluso cuando esté nublado o pienses pasar mucho tiempo al aire libre.
No olvides tener en cuenta tu tipo de piel, para elegir el protector solar adecuado. Si eres de piel seca, es recomendable el uso de protector en crema / emulsión; por el contrario, si eres de piel mixta a grasa, un protector solar en gel sería el adecuado para ti.
5. Cuida tu alimentación
Hay alimentos que es ideal incluir en tu rutina de alimentación para mantener una piel sana, tales como: frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras.
La alimentación es totalmente clave para conseguir una piel saludable. Ten en cuenta que los fritos, los procesados y los dulces son tu peor enemigo. Procura consumir vegetales y alimentos de hoja verde, como espinacas, brócoli y lechugas. Sus propiedades ayudan a limpiar las bacterias nocivas en tu organismo, incluida la piel, y además, son grandes antioxidantes.
Tu piel es muy importante. Cuídala e incluye estos consejos en tu rutina diaria para protegerla y mantenerla sana e hidratada, y complementa con los productos de LABORATORIOS SOREL según tu tipo de piel.