Los rayos del sol no son el único peligro que amenaza la salud y la belleza de la piel. Las luces artificiales, como la de algunas lámparas y bombillas, pueden afectar negativamente este órgano.
La exposición prolongada y continua a lámparas y bombillas, como sucede en el caso de personas que pasan horas en la oficina o quienes trabajan con lámparas de mesa muy cerca, causa manchas en la piel.
Algunas luces artificiales pueden emitir rayos ultravioleta de onda larga (UVA), los cuales penetran a través de la epidermis y son responsables del envejecimiento prematuro, así como cambios de coloración en la misma. El riesgo es especialmente alto en personas con piel tipo uno o dos, es decir, blancos de ojos claros y blancos de ojos oscuros, ya que las pieles menos pigmentadas cuentan con una menor protección ante los efectos de los rayos UVA.
Otra población vulnerable la constituyen las personas con muchos lunares (más de cincuenta) pues éste es un indicativo de que tienen propensión a desarrollar cáncer de piel.
La aparición de este tipo de manchas es frecuente, afirma la dermatóloga, quien explica que una vez diagnosticado el problema éste se contrarresta con cremas blanqueadoras, exfoliantes y peelings.
Prevención
Lo ideal es prevenir la aparición de la pigmentación, que también puede presentarse por la acción de los monitores de los ordenadores.
Para ello hay que tomar las mismas medidas que se asumen antes de exponerse a la radiación del sol, es decir, usar un filtro solar.
Aunque los maquillajes y las bases ofrecen cierta defensa al actuar como barrera e incluso al incluir algún nivel de protección solar, los dermatólogos aconseja utilizar un producto especial para estos fines, como SOREL Plus 2.
Estudio
Según un informe publicado hace dos años por la Agencia de Protección de la Salud británica, las bombillas fluorescentes de bajo consumo que no están recubiertas de ningún material emiten rayos ultravioleta nocivos para la salud.
“El riesgo más inmediato es un enrojecimiento de la piel similar al de las quemaduras del sol pero, con exposiciones muy largas, aumenta el riesgo de cáncer”, reportó el diario El País.
La agencia recomendó a estudiantes y trabajadores que usan lámparas de ese tipo evitar pasar más de una hora seguida a 30 centímetros o menos de la fuente de luz.
OTRAS AMENAZAS PARA EL ÓRGANO MÁS GRANDE
EXPOSICIÓN:
La piel es el órgano más grande del cuerpo y se encuentra constantemente sometido a agresiones externas como los rayos solares y la contaminación ambiental. Sin embargo, la vida moderna ha traído consigo otros riesgos para la salud de la dermis.
LAPTOPS:
El calor que generan las computadoras portátiles cuando se usan sobre el regazo puede afectar la piel de los muslos y provocar eritemas, reportó la revista “Pediatrics”. Pero este problema, afortunadamente, no es muy frecuente. Se han reportado muy pocos casos.
LÁMPARAS BRONCEADORAS:
Como consecuencia del uso abusivo y de la falta de regulaciones, las lámparas para broncear la piel que están basadas en los rayos UVA aumentan el riesgo de padecer cáncer de piel.