Los lípidos que conforman la barrera protectora de la piel provienen, por una parte, de la producción de la Epidermis, denominados lípidos epidérmicos, y por otra, de las glándulas sebáceas y se denominan sebo. ¿Conoces cuál es la función del sebo? Veamos a continuación.
¿Qué es el sebo y cuál es su función?
El sebo es una sustancia grasa y ácida que lubrica y protege nuestra piel, y es producida por las glándulas sebáceas a través de células llenas de lípidos. Estas glándulas están localizadas en la dermis media, distribuidas por toda la superficie cutánea, a excepción de la palma de las manos y la planta de los pies.
Básicamente, el sebo tiene la función de contribuir, con el sudor, a la formación de la película hidrolipídica cutánea, una emulsión de agua y aceite que protege la superficie cutánea de las agresiones químicas (detergentes, disolventes, etc.) y bacterianas; así como de lubricar e impermeabilizar la superficie externa del cabello a medida que crece.
Cuando el sebo llega a la superficie a través de los orificios de las glándulas y de los folículos pilosos, es donde se mezcla con los lípidos de origen epidérmico y con el componente acuoso de la transpiración y del sudor, formando la película hidrolipídica cutánea.
Entonces, en pocas palabras, la piel produce sebo como una forma de mantenerse hidratada y protegida.
La cantidad de sebo que se produce varía en cada persona y puede depender de factores como la edad, la genética y los niveles hormonales. En general, la piel grasa produce más sebo que la piel seca, y puede ser propensa a problemas de acné. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que la piel seca al producir poco sebo, puede llevar a problemas de hidratación y envejecimiento prematuro.
Además del acné, el exceso de producción de sebo puede contribuir a otros problemas de piel, como la aparición de arrugas, manchas y envejecimiento prematuro, y también puede dificultar la absorción de los productos de cuidado de la piel. Por ello, mantener una buena higiene facial y utilizar productos de cuidado de la piel adecuados para su tipo de piel ayudará a controlar la producción de sebo y a mantener su piel sana y radiante.
Consejos de cuidado para pieles que producen MUCHO sebo
La piel grasa puede ser un desafío para cuidar, ya que el exceso de sebo puede causar brotes de acné y brillo no deseado. Sin embargo, hay algunos consejos que puedes seguir para ayudar a controlar el exceso de sebo y mejorar la apariencia de tu piel:
- Lávate la cara regularmente con un limpiador suave. Elige un limpiador no graso recomendado por tu dermatólogo, que no contenga aceites ni algún otro tipo de ingredientes comedogénicos, ya que estos pueden obstruir los poros, empeorar la producción de sebo y generar imperfecciones.
- Utiliza un tónico astringente después de limpiar tu cara. Los astringentes ayudan a reducir el exceso de sebo y a evitar la aparición de puntos negros. Sin embargo, si ya has desarrollado un problema mayor de acné, debes consultar con tu dermatólogo sobre el uso de astringentes, ya que podrían resultar agresivos para tu piel.
- Aplica un gel o una crema hidratante ligera. Aunque es importante mantener la piel hidratada, es importante no sobrecargarla con productos grasos. Utiliza un gel hidratante o una crema hidratante ligera y sin aceite para evitar la descamación.
- Exfolia regularmente. La exfoliación ayuda a eliminar las células muertas de la piel y a liberar los poros obstruidos. Sin embargo, es importante no exfoliar demasiado, ya que esto puede irritar la piel y aumentar la producción de sebo.
- Evita tocar tu cara con tus manos. Las manos pueden llevar muchas bacterias, suciedad y aceite, y tocándote la cara con ellas puedes transferirlos a tu piel, empeorando tus brotes.
- Usar maquillaje oil-free o no comedogénico: Es recomendable evitar el maquillaje que contenga aceites, ya que esto puede obstruir los poros y aumentar la producción de sebo.
Consejos de cuidado para piel seca o que produce POCO sebo
La piel seca puede ser más sensible y propensa a arrugas y deshidratación. Sin embargo, hay algunas cosas que puedes hacer para ayudar a mejorar la apariencia de tu piel y mantenerla hidratada, como por ejemplo:
- Utiliza un limpiador suave para limpiar tu piel. Elige un limpiador que no contenga alcohol o ingredientes agresivos, ya que estos pueden resecar la piel y desequilibrar su pH natural.
- Aplica un tónico hidratante después de limpiar tu cara. Los tónicos hidratantes ayudan a restaurar el pH natural de la piel y a prepararla para la aplicación de cremas hidratantes.
- Utiliza una crema hidratante. Es importante mantener la piel hidratada, sin importar el tipo de piel. Elige una crema hidratante rica en aceites no comedogénicos y aplica de manera consistente.
- Evita baños con agua caliente y duchas prolongadas. El agua caliente puede resecar la piel y hacer que se deshidrate. Es mejor utilizar agua templada y no pasar demasiado tiempo bajo el agua.
- Evita limpiar la piel en exceso. Demasiada limpieza puede desequilibrar el pH de la piel y deshidratarla. Es importante encontrar el equilibrio adecuado entre limpieza e hidratación.
- Usar productos específicos para piel seca.
Conclusión
El sebo cumple una función muy importante en la hidratación y protección de nuestra piel, por lo que es importante mantenerla equilibrada, según el nivel de producción de sebo que ofrezca nuestro tipo de piel. Es importante mencionar que es necesario consultar a un dermatólogo que, previa evaluación, recomendará tratamientos específicos para cada caso.
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Gracias a estas propiedades, limpia y controla el exceso de grasa en la piel y contribuye en el tratamiento del acné leve.
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